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El 16 de junio, el Instituto Auschwitz, en colaboración con el Centro para la Memoria y el Desarrollo de Kenia, organizó una cumbre mundial en apoyo a los esfuerzos para transformar, restaurar y rehabilitar las Cámaras de Tortura de la Casa Nyayo, un edificio gubernamental en el centro de Nairobi, en un Monumento Conmemorativo. La Cumbre Mundial reunió a sobrevivientes de la Casa Nyayo y a sus familias, así como a activistas kenianos/as, a funcionarios/as del Gobierno de Kenia y a representantes de las Naciones Unidas. También participaron representantes de algunos de los memoriales más simbólicos del mundo, con el fin de explorar la necesidad y el poder de la conmemoración pública como herramienta para la educación, la prevención de futuras atrocidades y como proceso vital para la justicia transicional y la reconciliación.
Las celdas y cámaras de tortura de la Casa Nyayo fueron construidas clandestinamente por el Estado Keniano a principios de la década de 1980, en el sótano de un edificio gubernamental de 26 plantas. Durante el régimen del presidente Daniel Arap Moi, cientos de activistas y disidentes fueron encarcelados injustamente sin cargos en las celdas subterráneas, algunas de las cuales estaban llenas de agua. Además, los/as prisioneros eran llevados a mitad de la noche para ser interrogados, torturados y deshumanizados, e incluso asesinados. Esto como parte de los esfuerzos de Moi por consolidar y afianzar su poder tras un intento de golpe de Estado en su contra en agosto de 1982.
Desde el 2003 los/as sobrevivientes de las Cámaras de Tortura de la Casa Nyayo y sus familias luchan por preservar y transformar el recinto en un monumento nacional de conmemoración. Con esto se cumplirían las promesas del gobierno keniano, así como las recomendaciones oficiales de la Comisión de la Verdad, la Justicia y la Reconciliación de Kenia (TJRC, por sus siglas en inglés). El expresidente Moi, fallecido el año pasado, nunca enfrentó las acusaciones de abusos contra los derechos humanos que pesaban sobre él y siempre se negó a colaborar con la TJRC. En este contexto, un espacio conmemorativo permitiría a los/as kenianos/as reconocer, recordar y dignificar la memoria de las víctimas, así como educar a las nuevas generaciones en la prevención de futuras atrocidades.
El Sr. Oduor Ongwen, quien fue encarcelado y torturado en la Casa Nyayo durante 16 días, reafirmó la importancia de los espacios dedicados a la lucha por los derechos humanos, y compartió:
La lección más importante que recibimos aquí es que la historia nunca puede ser contada por el opresor. Cuando en 2003 quisimos reclamar las Cámaras de Tortura de la Casa Nyayo, el gobierno de ese entonces nos prometió que las cámaras se convertirían en un monumento a la vergüenza y en un museo de nuestra historia y nuestra lucha por los derechos humanos. […] para hacer (de Kenia) un lugar mejor en el que podremos decir nunca más, nunca más tendremos otra Casa Nyayo en ningún rincón de este país.
Continuó:
Llevamos 20 años y seguimos luchando por abrir estas cámaras. Pensamos que podríamos crear algún centro de memoria y también de inspiración para que las generaciones más jóvenes puedan continuar defendiendo los derechos humanos y las libertades en este país. Así que para mí es una inspiración. Es una llamada a luchar más, a recordarnos que por lo que hemos estado luchando no se ha conseguido. Y, por tanto, necesitamos más que nunca unirnos y decir que no permitiremos que esto vuelva a ocurrir en nuestra historia.
Por su parte, Wangú Gathitú Ongwen, cuyo difunto esposo fue detenido y torturado en las cámaras de tortura de Casa Nyayo durante tres semanas, habló sobre las dificultades de adaptación por las que pasan los/as sobrevivientes y sus familias, ya que muchos sufrieron ostracismo al ser rechazados por una sociedad temerosa a causa de la estigmatización. La Sra. Ongwen también enfatizó la urgencia de preservar este sitio como parte de la historia de Kenia, para prevenir futuros actos de violencia y de la importancia de la conmemoración para las nuevas generaciones, afirmando que:
Las generaciones vendrán, y las generaciones se irán, y en el futuro, podemos suponer que vendrá un líder que no sepa nada de la historia de lo que pasó… es muy probable que recurran al mismo método para intentar proteger lo que tienen. En el futuro, si existe la posibilidad de que vuelva a ocurrir, no se debe permitir que los dirigentes vuelvan a utilizar las cámaras de tortura para reprimir a sus opositores. Por eso, este sitio debe ser accesible al público para que se le recuerde que cosas como la tortura no deben ocurrir.
Además de los/as sobrevivientes y sus familiares, la Cumbre Mundial contó con representantes de los principales lugares de memoria en Argentina, Camboya, Canadá, Chile, Alemania, Polonia, Ruanda, Sudáfrica y Estados Unidos. Estos/as expertos/as compartieron sus propias experiencias, y las de sus instituciones, en materia de conmemoración y reafirmaron su solidaridad con el trabajo del Centro para la Memoria y el Desarrollo de Kenia.
Jacqueline Mutere, fundadora y directora de Grace Agenda, concluyó agradeciendo el apoyo y destacó el valor de este tipo de colaboraciones y debates. Y señaló que:
Lo más importante para nosotros es mantener viva la memoria, porque los debates honestos parten de una sociedad libre. Esperamos que la Casa Nyayo, junto con toda la solidaridad y el compromiso que nos han demostrado nuestros/as compañeros/as nos ayude a conseguir nuestro objetivo para las generaciones futuras.
Para ver el video del evento visite este enlace.