Read everything about atrocities prevention you can get your hands on, and talk to everyone in atrocities prevention who will stand still. With the numerous threats to civilians around the world, there is no time to reinvent the wheel on prevention and response. There are many willing, seasoned professionals (including myself) who will gladly serve as resources for enthusiastic newcomers.
Daylight and oxygen. The daylight: senior government leaders need to be aware of the risks of mass atrocities. The oxygen: senior government leaders need to be willing to take affirmative steps to confront those risks. The United States is making significant progress on this front. In 2011, President Obama took steps to establish the Atrocities Prevention Board (APB), which gathers senior leaders from various U.S. government agencies on a monthly basis to coordinate effective efforts to prevent and respond to mass atrocities. The APB identifies countries that are at risk and considers what diplomatic, development, political, financial, and security sector tools it may bring to bear in global hot spots. I think that the APB's concentration on upstream prevention and facilitation of cooperation with non-governmental organizations and international partners make it a model for national mechanisms dealing with long-term atrocity prevention.
The guided tours of Auschwitz profoundly affected me. Of course, during my education and professional development, I had read extensively about the Holocaust and its survivors, watched numerous WW II documentaries, and visited the U.S. Holocaust Memorial Museum. However, nothing was as real as standing in the crematoria, touching the monuments, and looking at the photographs of the victims. I was struck by how peaceful the grounds seemed, knowing the horror and inhumanity the walls had contained 70 years earlier. It helped to deepen my understanding of the Holocaust, and inform my work on current situations.
In law school, after I took a course on international criminal law, I read Samantha Powers's "A Problem from Hell: America and the Age of Genocide" for the first time. It ignited my desire to enter this field. It made me want to help shape policies to prevent mass organized violence and to ensure its victims can find justice. Since then, many things have fed that desire, including the hair-raising reports of human rights abuses from government sources and NGOs I read every day, meetings with survivors bravely sharing their tragic stories, and the unrelenting energy of my colleagues. I consider myself extremely fortunate to be in a position to make a difference in an area that means so much to me.
leer todo sobre la prevención de atrocidades que pueda, y hablar con todos involucrados en la prevención de atrocidades. Con las numerosas amenazas a civiles por todo el mundo, no nos queda tiempo para reinventar la rueda en cuanto a prevención y respuesta. Hay muchos profesionales dispuestos y con experiencia (incluyéndome a mí misma) que servirán alegremente como recursos para recién llegados entusiastas.
La luz del día y el oxígeno.
La luz del día: líderes gubernamentales altos tienen que ser conscientes de los riegos de atrocidades masivas.
El oxígeno: líderes gubernamentales altos tienen que ser dispuestos a medidas afirmativas para enfrentarse con estos riesgos.
Los Estados Unidos están avanzando en este aspecto. En 2011, el Presidente Obama tomó medidas para establecer la Junta de Prevención de Atrocidades (APB), que reúne a altos dirigentes de varias agencias gubernamentales estadounidenses cada mes para coordinar esfuerzos eficaces para prevenir y responder a atrocidades masivas. La APB identifica países que están en riesgo y considera cuáles herramientas de los sectores diplomáticos, de desarrollo, político, financiero, y de seguridad pueden ser utilizadas en zonas de riesgo del mundo. Pienso que la concentración de APB en prevención contracorriente y facilitación de cooperación con organizaciones no gubernamentales y colaboradores internacionales lo hace un modelo para mecanismos nacionales en cuanto a prevención de atrocidad a largo plazo.
Las visitas guiadas de Auschwitz me afectaron profundamente. Por supuesto, durante mi educación y desarrollo profesional, había leído extensivamente sobre el Holocausto y sus supervivientes, visto varios documentales de la Segunda Guerra Mundial, y visitado el Museo Estadounidense Memorial del Holocausto. Sin embargo, nada fue tan real como estar de pie en los crematorios, tocar los monumentos, y ver las fotografías de las víctimas. Me llamó mucho la atención que los jardines parecían pacíficos, sabiendo de antemano el horror e inhumanidad que contienen las paredes hace 70 años. Me ayudó a profundizar mi entendimiento del Holocausto, e informar mi trabajo en situaciones actuales.
En la escuela de Derecho , después de que tomé un curso sobre derecho penal internacional, leí “A Problem from Hell: America and the Age of Genocide” de Samantha Powers por la primera vez. Esto Me inspiró a entrar en este campo. Me hizo querer dar forma a políticas para prevenir violencia masiva organizada y asegurar que sus víctimas pueden encontrar justicia.
Desde entonces, muchas cosas han aumentado mi deseo, incluso los informes espeluznantes de abusos de derechos humanos por fuentes gubernamentales y no gubernamentales que leo cada día, reuniones con supervivientes que comparten valientemente sus historias trágicas, y la energía sin fin de mis colegas. Me considero muy afortunada estar en una posición para hacer una diferencia en un campo que significa tanto para mi.